Entrevista a Ángel Momoitio «ANTIO»

El artista con su obra Oscura premonición

Entrevista realizada por Abdul Kader Al Khalil para encontrarte

En este día, tengo el honor y el placer de entrevistar a nuestro compañero el artista Ángel Momoitio. Lo primero, felices fiestas y feliz año.

1- Si me permites, me gustaría preguntarte, ¿ qué representa para ti tu participación en el proyecto encontrarte?

Gracias Abdul, feliz año también para ti y los tuyos.

Este proyecto, ha supuesto para mí la oportunidad de ofrecer mi arte, mis constantes esfuerzos, conocimientos y gestiones, al servicio de una noble causa que no debemos permitir que se repita…

Cuando me lo propusieron, te confieso que me sentí muy ilusionado, pero también con muchas dudas… Conociéndome, sabía que me implicaría al 200%; que tantas horas de dedicación podrían, incluso, afectar a mi vida privada. Pero, aun así, me dejé llevar por esa voz interior que me lo suplicaba a gritos…

Mi mujer y yo, habíamos sentido el frustrante vacío de no haber podido conquistar nuestro anhelado sueño de ser padres, a pesar de numerosos tratamientos de fertilidad. De hecho, estuvimos a punto en varias ocasiones. Y cuando parecía que, al fin, ya íbamos a conseguirlo, perdimos a nuestra niña a los seis meses de embarazo. Este cuadro, es muy simbólico y especial para mí; aparece en el vientre de la figura protagonista, la ecografía real de ese pequeño “ángel”.

No intento comparar ese dolor con el que sufren tantas madres y padres a los que la maldad y la ambición humana les han robado un hijo. Pero tampoco te voy a negar que, muchas veces, hemos sentido un vacío mínimamente parecido. Como si la caprichosa naturaleza, las negligencias de la ciencia médica de los hombres…o, incluso, la fatalidad de nuestro propio destino, nos hubiera arrebatado ese natural derecho. Con este proyecto, intento secar, aliviar, esas cicatrices que me siguen sangrando dentro. Y lo hago de la mejor manera que sé, contribuyendo a ayudar a los que sufren o han sufrido alguna vez algo parecido.

Dedicar mi arte y mi trabajo a este proyecto es para mí una necesidad vital. Y, al mismo tiempo, una especie de liberación o catarsis, encaminada a potenciar la esperanza entre tantas sombras y preguntas sin respuesta…Me colma de infinitas satisfacciones y me ayuda a seguir adelante cada día. En el fondo, pienso que es un gran reto que el destino me estaba reservando…

2- La vocación, tu vocación. Háblanos sobre tu obra y de tu inspiración creativa

Mi amor por la pintura surge en la infancia (6 o 7 años). Veía pintar a mi padre, el pintor internacional vasco Julián Momoitio, y ese gusanillo fue hechizando todo mi ser. Con él aprendí los fundamentos básicos del color y de la forma. Recuerdo una curiosa anécdota de aquellos primeros años…Con tan solo 6, garabatee la parte trasera de un viejo sofá que tenía en su estudio. Yo, pensaba que al verlo, me echaría una fuerte reprimenda. Se acercó lentamente hacia mí, observó detalladamente aquel dibujo —una especie de paisaje, con un grupo de figuras en un camino—, me dio una leve palmadita en la espalda y me dijo: “hijo, no te asustes. ¡¡tienes madera!!» En ese instante, descubrí que quería ser pintor, que había nacido para el arte…

Luego, mi vida ha dado muchas vueltas (la actividad comercial, el periodismo, la poesía, el ajedrez…) Pero la pintura siempre ha estado ahí, muy presente en cada una de mis etapas. He procurado Impregnar mi sello personal en cada una de mis obras. Y humildemente, creo que con los años, he logrado configurar las bases de un estilo propio, caracterizado por un peculiar cromatismo de colores grises y quebrados. Una gama que mi alma ha llegado a subjetivar y con la que me identifico plenamente.

Me gusta tanto la abstracción como la figuración. A veces, de forma aislada y otras, yuxtapuestas una con la otra. También, a través de los encargos, me he ido especializando bastante en el retrato. Sobre todo, al óleo y al pastel. Otros géneros como el paisaje y el bodegón, los cultivo menos.

Encuentro mis fuentes de inspiración en mis propias formas de sentir y de pensar. En este difícil mundo del arte, casi todos pecamos de alguna u otra influencia; casi todo está creado o inventado ya.  Por eso, a nivel del mensaje, pretendo hacer todo lo posible por alejarme de ellas. Técnicamente, considero imprescindible estudiar a los clásicos: Rembrandt, Velázquez, Goya, el gran  Da Vinci…Son en este sentido, fuentes inagotables de conocimientos.

3- El periodismo camina siempre en busca de la verdad, cómo puedes asociar la verdad del periodismo con la imaginación como fundamento del arte? Los sueños…

Cierto. El periodismo a nivel general y, sobre todo, desde la vertiente de la fría noticia, implica una búsqueda de la verdad desde un prisma objetivo, con paradigmas o pilares en torno a básicas preguntas (¿qué? ¿quién?, ¿cómo?, ¿cuándo? ¿dónde?). Pero no olvidemos esas otras caras del periodismo: las editoriales, los artículos de opinión y  columnas, las crónicas…Donde el margen de la interpretación personal es muchísimo más amplio. Aquí, el poder de la libertad de expresión, la proyección del yo humano, y, por ende, la personalidad del autor, aflora de forma instintiva e inexorable. Es un tipo de periodismo “hermano menor del género literario”.

Es en este terreno donde siempre me he sentido más a gusto y en el que, salvando las distancias, encuentro mayores conexiones con el apasionante cosmos del arte.

Soy un hombre muy comunicativo y expresivo por excelencia. Y si tenemos en cuenta, que tanto el mundo del arte como este tipo de periodismo son también expresión en estado puro, no es extraño que mi personalidad necesite “beber” de ambas fuentes para calmar su sed.

Por otro lado, el mundo onírico y el poder de la imaginación que «alimentan» el arte, son para mí especies de puertas escondidas pero abiertas. Con ellas juego para poder escapar de la triste realidad. Privilegiados y salvadores viajes de ida y vuelta,  que me ayudan a descubrirme, día a día…

4- ¿Cuál es el trabajo tuyo que más te ha impactado hasta ahora?

Sería difícil contestarte. Por elegir uno, quizás un cuadro de gran formato (60fig/ 130 x 97 Cms) que pinté hace ya más de una década, en el 2004, Euskadi: un amanecer de esperanza. A base de pigmentos, resinas acrílicas, tintas especiales, materia degradada, texturas y materiales de relieve similares a la técnica escultórica…

Una pieza de mi colección particular. Forma parte de una época en la que tuve la necesidad de experimentar; pintar una serie de obras con nuevas técnicas y soportes que encontraba habitualmente abandonados en la calle: pallets, chapas de hierro oxidadas, tableros húmedos de madera…y otros, como maderas tratadas previamente con barniz o quemadas, telas rotas y rasgadas de lienzos, etc…Intentaba reflejar la degradación progresiva de mi entorno más inmediato. Incluso, con temas  mucho más universales: la pobreza humana, la exclusión social, el hambre, el oscuro y deprimente mundo de las drogas, las guerras y la violencia del terrorismo…Todas ellas, bañadas en atmósferas cromáticas de un deliberado y marcado tenebrismo.

Esta obra,  fue seleccionada en varios concursos. Me siento plenamente satisfecho de ella. Por su fuerza, su desgarrador cromatismo y ese drama social, representado desde un profético y esperanzador enfoque: la violencia terrorista del Pais Vasco. Hoy, ese sueño es ya una realidad conquistada por la PAZ.

5- Si pudieras parecerte a otro artista por un solo día, ¿a quién te gustaría parecerte?

Sinceramente, aspiro en todo momento poder alejarme de las influencias y ser yo mismo. Pero ya que me lo pones tan fácil diciéndome que solo por un día…jajaja, te diré sin dudarlo que al genial Picasso.

Me fascina su infinito torrente creativo y esa enérgica pasión por el arte. Su hambrienta y obsesiva curiosidad hacia todo lo que le rodeaba. Su autenticidad y singular sello en todos los trabajos que hacía (pintura, escultura, grabado…). Por encima de modas, influencias externas y la condicionante, peligrosa y manipuladora opinión de la sociedad, ¡era él y solo él!

Tenía tanto talento y  una imaginación tan fértil y poderosa,  que se permitía el lujo de pintar sin pinceles y con lo primero que pillaba a mano. ¡Todo él era arte!

Es muy posible, que como persona y en sus relaciones amorosas y de convivencia dejaría mucho que desear. Pero como artista, me parece una personalidad única e irrepetible.

En el fondo, fue siempre un niño grande, que jugaba a crear y a “devorar como un caníbal” las emociones humanas, para después  plasmarlas y “bautizarlas” en otras dimensiones en cada una de sus obras. Para mí, Picasso marcó un antes y un después en el mundo de la pintura.

6- Por costumbre, siempre hablamos de los artistas distantes en el tiempo y restantes del lugar. Sin embargo, hay muchos artistas de Euskadi que pondrían contento a cualquier persona amante del arte. ¿No te parece?

Por supuesto que sí. Los que vivimos el arte de forma especial y somos de aquí, sabemos bien que Euskadi, a lo largo de su historia, ha sido cuna y tierra de grandes sagas de pintores. Ahí están los Arteta, Arrúe, Zubiaurre, mi admirado Zuloaga, Regoyos, Iturrino, Guinea…Más recientes, Badiola, Urzay, Cristina Iglesias, Lazkano…

Particularmente, siempre me ha llamado la atención ese mundo oscuro y sucio emanado de la paleta de Zuloaga.  Hace un año, tuve la oportunidad de ver su retrospectiva en el Bellas Artes, y disfruté muchísimo. Sus retratos a personajes de la época demuestran que, además de un exquisito pintor, fue un mago de la psicología humana…

7- ¿Con qué estilo te quedarías mejor definido, por lo menos hasta ahora?

Muchos me han dicho que, analizando aisladamente determinados fragmentos de mis obras, podían encontrar un poquito de todo. Que son como jardines impregnados del perfume de múltiples flores: impresionismo, expresionismo abstracto, surrealismo, realismo…Posiblemente, tengan bastante razón al afirmar esto. Sin embargo, exceptuando algunos coqueteos con el impresionismo en mis comienzos, personalmente me identifico mucho más con el expresionismo abstracto.

Mi visión del arte y mi alma, necesitan de este concepto universal a la hora de crear. Las brújulas sagradas que me orientan durante la aventurera travesía del arduo proceso creativo, suelen ser, casi siempre, los sentimientos y las desnudas emociones. Utilizo la realidad como un simple referente o pretexto inicial para poder canalizar este arco iris de sensaciones, y de manera instintiva, impulsiva y espontánea.

El mensaje global que puedo llegar a transmitir al espectador es el motor que siempre más me ha motivado e interesado. Hacerles primero sentir y luego pensar. Por encima de distracciones formales o cánones meramente estéticos. Para mí, un cuadro o cualquier tipo de obra de arte, tiene que ser ante todo mensaje. Un lenguaje o forma de expresión que tenga como esencial objetivo: calar en lo más profundo del corazón del espectador y les haga interrogarse o cuestionarse inmediatamente algo.

8- ¿Qué opinas del espectáculo visual en el arte modernista?, ¿crees que todo lo que vemos lo podemos llamar arte?

El mayor espectáculo visual, sublevando muchas veces los límites del fraude y protegido por el marketing, donde sin duda más abunda es en el arte contemporáneo. Parece que lo único que se pretende aquí es llamar la atención, provocar a toda costa un fuerte impacto psicológico en  el espectador. Buscar egoístamente la promoción del propio artista, sin pretender aportar nada relevante o nuevo al conjunto de la sociedad.

Por supuesto que hay que respetar la libertad de expresión a la hora de crear. Pero siempre, dentro de unos límites que nunca se deberían traspasar. Este tipo de descaradas actitudes, nos perjudican a todos los que de verdad sentimos el arte.

En este sentido, los galeristas, organizadores de Ferias y demás escenarios nacionales e  internacionales, y sobre todo, los críticos reputados y avalados por sus conocimientos y años de experiencia, deberían tener el peso de esa responsabilidad depurativa, haciendo de filtro mediante “justas operaciones quirúrgicas”, con sus estrictas selecciones y publicaciones.

Sería una forma de proteger al mercado general del arte; no denigrarlo .De que, a la postre, vayan quedando solo en primer plano los que realmente sientan aquello que hacen y su mensaje sea verdaderamente útil para los demás.

La  palabra arte, es demasiado sagrada como para hacer con ella un “circo” y desprestigiarla como muchos lo hacen…No podemos llamar a todo arte. En todo caso, utilizar más habitualmente y en su justa medida, expresiones como espectáculo, performance o experimentos  visuales. El arte es otra cosa…

Y los artistas debemos sentirnos seres especiales y privilegiados, por el carácter eterno de nuestras obras. Con una clara misión: el reciclaje ideológico y espiritual, como paso previo a futuras y profundas transformaciones de la sociedad.

9- Como periodista, te hago esta pregunta si me lo permites, ¿por qué todos los colectivos tienen ayudas de la administración durante la pandemia, excepto los artistas plásticos?, ¿ acaso viven de su arte, o es que deben dejar de pintar?

Ampliaría esa observación al conjunto de artistas de otras disciplinas y al sector de los autónomos específicamente.

Los políticos y la sociedad en general no valoran suficientemente el arte. Todavía no son conscientes de que constituye un alimento primordial para la renovación del espíritu humano. Capaz de generar a gran escala gérmenes ideológicos masivos que pueden llegar a producir marcadas transformaciones sociales.

Lo consideran un artículo de lujo o un submundo donde se camuflan los vagos, los marginados y los lunáticos. Como consecuencia y, salvo contadas excepciones amparadas o dependientes de poderes institucionales y gubernamentales, o contados genios que han sabido relacionarse y explotar bien sus numerosos contactos, es prácticamente imposible poder vivir dignamente de esto.

La mayoría, lo que hacemos es sobrevivir como buenamente podemos. Otros trabajos alternativos, encargos muy esporádicos, clases de arte…Cualquier cosa, con tal de poder seguir invirtiendo tiempo en nuestra pasión. Date cuenta que, cuando hay que recortar algún tipo de subvenciones o presupuestos, los destinados a Cultura siempre se llevan la peor parte del pastel.

Esperemos que algún día no muy lejano, todo esto empiece a cambiar de verdad y se otorgue al mundo del arte y a los artistas la importancia que realmente merecen.

A veces, tengo la extraña sensación de que esta cruel pandemia que nos está tocando sufrir es una dura y macabra prueba del destino. Me niego a pensar que todas estas montañas de injustas muertes no van a servir para nada…

Las actuales circunstancias nos están obligando a frenar el ritmo habitual de nuestras vidas; a dejar de vivir deprisa y como autómatas. Nos han robado los abrazos, las caricias, los besos…Tenemos que empezar a valorar, más que nunca, todos esos tesoros que antes teníamos y probablemente no valorábamos lo suficiente. Quizás, en tiempos de obligada introspección como este, nos demos al fin cuenta de la faceta salvadora del arte.

Sepamos valorar la distracción que nos ofrece una buena película para no pensar en problemas; la revitalizante belleza y estímulos de pensamiento, que puede brindarnos un genial cuadro; o el efecto terapéutico que puede provocar en nuestras narcotizadas neuronas una dulce canción o armoniosa pieza musical…

Quizás, llegue también pronto una nueva era para el arte…¡¡Quizás!!…

Fuerte ABRAZO, Abdul. Un placer haber sido entrevistado por tu pluma.

CRÓNICA SOBRE LA OBRA DEL ARTISTA

Fantasía Guggenheim (Acrílico y tintas) a la izquierda y Euskadi: un amanecer de esperanza (Acrílico/ Óleo) a la derecha

La belleza es un valor real y mundial, que debemos buscar y producir como objetivo estético. Con la intención de poder disfrutar de las sensaciones percibidas; apelando al vuelo de la imaginación y a la fantasía para suscitar interés y provocar una experiencia que nos haga sentir, vivir, esa realidad estética-creadora. La belleza visual, es para apreciarla, gozarla y conservarla con criterio, comprendiendo que todas las cosas bellas son arte.

Si no, ¿cómo  podemos apreciar la hermosura y el significado plástico de una obra sin que responda a la belleza? Las imágenes nos hablan por si mismas, alcanzan otros espacios más amplios y hermosos. Porque nos expresan mediante el soporte, la percepción directa que otorga la comunicación visual y el enfoque del arte, para conseguir una representación espacial del orden visual de la figura.

Al tesoro de tu infancia (Pastel) a la izquierda, Retrato de mi madre (Pastel) en el centro y Duelo de titanes (Acrílico/Óleo) a la derecha

Ángel Momoitio, artista y periodista, primogénito del pintor vasco Julián Momoitio, nos ofrece en su obra Oscura premonición otra manera de ver el valor del cromatismo en el arte. En atmósferas oscuras y cálidas a la vez. Siendo un pintor profesional, entiende el significado de las teorías y conceptos de la armonía cromática y las técnicas pictóricas y del color en general.

El concepto cromático de Ángel Momoitio constituye un verdadero principio de la armonía del color. Se basa en la obtención de una proporción y su particular correspondencia. La gran influencia de los conocimientos aportados por su experiencia del color, determina que la armonía de sus colores se encuentre hoy más cerca de lo cromato lógico que de lo icono lingüístico, concepto dado por la teoría tradicional del color.

Pentagrama a tu eternidad (Óleo. Hom. póstumo al poeta M. A. Marrodán) a la izquierda y Lágrimas perennes (Óleo) a la derecha

Ángel Momoitio, expresa en sus pinturas la casuística existencial de sus más íntimas inquietudes con la poesía del color. Nos proyecta, en todo momento, un paradigma consustancial con su propia personalidad, reflejada en momentos de evidente inspiración. Utilizando una gama de colores fríos para conseguir colores grises quebrados. Mientras, reina en la obra el color de la gama melódica dominante; haciendo un color Madre y luego, utilizando sus variedades para crear diferentes distancias entre los diversos planos. No utiliza colores directos, sino que son obtenidos de las mezclas derivadas de unos con otros.

Se aprecia un laborioso y previo estudio del color, y lo plasma como eje de la luz que orienta el motivo, para utilizarlo posteriormente en todas las mezclas. A esto llamamos , color madre o color ambiente. Siendo notable en sus obras la utilización de pocos colores, que juntos se ven bien.

Sinfonía cromática (Acrílico. Hom. al pueblo de Ortuella) a la izquierda y Renacimiento (Acrílico/ Óleo) a la derecha

El don artístico está muy arraigado a la opinión de que la actividad artística estaría reservada a una categoría muy limitada de seres dotados desde la más tierna edad, como es el caso de Ángel Momoitio. Pero no se convierte en gran pintor de la noche a la mañana, sino después de una trayectoria basada en el trabajo, en el estudio de las cosas y de una larga y profunda reflexión.

El don pictórico, tal como nos lo imaginamos, se manifiesta principalmente en una prodigiosa habilidad manual. Las obras que nos presenta este artista , son excelentes ejemplos de una gran  habilidad manual. Una notoria habilidad en crear obras en tantos estilos pictóricos: realismo, expresionismo, impresionismo, y abstracto, entre otros ligados a su personal estilo.  

Y tal como las plantas viven de la luz, las obras viven de la mirada. Algunas, irradiando una espiritualidad concentrada en ellas mismas. Para captar la belleza de esta mágica espiritualidad, hay que aprender a verlas con miradas limpias…

Abdul Kader Al Khalil.

عبد القادر الخليل.     الفنان والباحث التشكيلي السوري

Anuncio publicitario